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¿CÓMO PREVENIR EL CONTAGIO DE COVID-19 EN LA INDUSTRIA ALIMENTARIA? GUÍA PARA LAS EMPRESAS.

Debido a la situación sanitaria que se está viviendo a nivel global a causa del COVID-19, la Organización Mundial de Salud (OMS) ha publicado el 7 de abril de 2020 una serie de recomendaciones que las industrias y empresas alimentarias deben tener en cuenta para prevenir el contagio del coronavirus tanto a los clientes como entre sus empleados. Estas recomendaciones se deben tener en cuenta en todas las empresas alimentarias, tengan implantado o no un sistema de calidad y seguridad alimentaria (APPCC, IFS, BRC, ISO 22000, etc.).

El COVID-19 produce una enfermedad respiratoria y como todas estas enfermedades, la vía principal de contagio es persona a persona. No hay evidencias que muestren que los virus que provocan enfermedades respiratorias sean transmitidos a través de los alimentos, ya que éstos necesitan un huésped (animal o humano vivo) para multiplicarse.

Por tanto resulta fundamental reforzar las medidas higiénicas de la empresa en todas las etapas del proceso productivo, intensificar la limpieza y desinfección, proveer al personal trabajador de los equipos de protección individual adecuados, así como instruir en materia de higiene y seguridad alimentaria mediante formación específica.

MEDIDAS A TENER EN CUENTA

Informar sobre los síntomas a la empresa. Los síntomas más comunes (aunque no los únicos) incluyen:

– Fiebre (más de 37,5ºC).

– Tos, puede ser de cualquier tipo.

– Dificultad respiratoria.

– Sensación de falta de aire.

– Fatiga.

La OMS recomienda que las personas que sientan algunos de estos síntomas se queden en casa y se pongan en contacto con los servicios sanitarios.

Prevención de la propagación en el entorno laboral.

Debido a que algunas personas pueden ser asintomáticas o pre-asintomáticas, es decir, pueden propagar el virus pese a no tener síntomas, la OMS ha dictado una serie de medidas higiénicas que a continuación resumimos:

– Adecuada higiene de manos. Lavado de manos con jabón y agua durante al menos 20 segundos,

– uso frecuente de desinfectante a base de alcohol,

– buenas conductas respiratorias. Taparse la boca al toser o estornudar con el codo, o con un pañuelo  desechable, y posterior lavado de manos,

– limpieza y desinfección frecuente de las superficies de trabajo y de los puntos de contacto más críticos (ejemplo: picaportes de las puertas),

– evitar el contacto con otra persona que muestre síntomas o alteraciones respiratorias como tos o estornudos.

Uso adecuado de guantes.

Los trabajadores pueden usar guantes pero esto no debe sustituir al lavado de manos adecuado. Los guantes deben ser cambiados frecuentemente, como por ejemplo en cambios de actividad, traslado de residuos, operaciones de limpieza, manipulación de alimentación crudos y elaborados, abrir puertas con la mano etc. Cada vez que haya un cambio de guantes, se debe realizar el lavado de manos.

El COVID-19 puede contaminar los guantes de la misma manera que  las manos. Por eso es importante que los trabajadores no se toquen la cara (nariz, boca y ojos) con los guantes.

El uso de guantes puede dar una sensación de falsa seguridad y hacer que el personal manipulador no se lave las manos con la frecuencia adecuada.

Separación o distanciamiento físico en el entorno laboral.

La OMS recomienda mantener al menos 1 metro de separación entre los compañeros de trabajo. Cuando el distanciamiento no sea posible, se debe considerar otras medidas para proteger a los empleados:

– Puestos de trabajo donde el personal se sitúe uno al lado de otro y no en frente.

– Proveer de Equipos de Protección Individual como mascarillas, cubrepelo, guantes, ropa limpia, y zapatos.

– Organizar al personal en grupos o equipos de trabajo para reducir las interacciones entre el personal.

Inicio de la enfermedad en el lugar de trabajo.

Si un trabajador comienza a encontrase enfermo durante la jornada laboral, debe ser aislado inmediatamente y evitar el contacto con cualquier otra persona así como seguir las directrices nacionales para la notificación de casos sospechosos por COVID-19.

Deben identificarse todas las superficies y áreas de trabajo en las que el empleado haya podido tener contacto (aseos, tiradores de puerta, teléfonos, útiles…) para proceder a su inmediata desinfección.

Si el caso de posible contagio por COVID-19 ha sido confirmado, todas aquellas personas que hayan estado en contacto (cara a cara o contacto físico, distancia menor a un metro, cualquier persona que haya limpiado un fluido corporal sin Equipos de Protección Individual, personal del mismo grupo de trabajo, o que viva en casa con un caso confirmado), deben permanecer en cuarentena durante al menos 14 días.

Transporte y entrega de productos.

El coronavirus no sólo puede entrar a la empresa a través del personal u objetos contaminados, también puede ser a través de las relaciones entre proveedores y clientes.

La superficies con más probabilidad de estar contaminadas  son los volantes, tiradores, móviles etc. Por ello, se debe suministrar desinfectante a los transportistas, desinfectar las superficies de la mercancía transportada por los proveedores y adoptar todas las medidas de seguridad establecidas en la empresa.

Puntos de venta de alimentos.

Además de las medidas ya comentadas en puntos anteriores, algunas medidas que pueden ser usadas por vendedores, incluyen:

– Regular el número de clientes que entran al lugar de venta.

– Colocación de carteles informativos donde se soliciten a los clientes que no entren en el establecimiento si se encuentran mal o tienen síntomas relacionados con el COVID-19.

– Establecer medidas para garantizar el distanciamiento entre clientes.

– Suministrar desinfectante de manos y toallas de papel desechables en los puntos de entrada así como para limpiar carros y cestas de la compra.

– Carteles recordatorios para seguir el consejo de distanciamiento físico y lavarse las manos con regularidad.

– Colocación de barreras físicas en cajas y mostradores como protección adicional para el personal.

– Fomentar el uso de métodos de pago sin contacto.

– Recomendar al cliente la higienización de las bolsas que puedan traer desde sus casas.

Venta de productos no envasados.

Pese a que algunos consumidores perciben que existe un riesgo de infección a través del consumo de productos no envasados, no existe evidencias científicas de que ésto sea así. Aún así, es necesario mantener buenas prácticas de higiene en la manipulación de productos no envasados (panadería, frutas, verduras etc.) además se recomienda informar a los consumidores que deben lavar las frutas y verduras con agua potable antes de su consumo.

Algunas de las medidas que se deben tener en cuenta para la venta de productos no envasados son:

– Limpieza y desinfección frecuente de todas las superficies en contacto con los alimentos, utensilios para el servicio de alimentos y recipientes.

– Exigir a los trabajadores un lavado de manos frecuente y el uso de guantes en caso necesario.

– Proporcionar desinfectante de manos para los consumidores.

– Considerar no exponer productos sin protección, además de evitar el autoservicio de productos por parte del cliente.

Comedores de empresa.

Además de las medidas ya mencionadas anteriormente, las empresas deben considerar escalonar los tiempos de descanso para reducir el número de empleados que coinciden en una misma sala.


Para finalizar, debemos tener en cuenta que el COVID-19 es un virus en continua investigación, por lo que pueden surgir nuevas recomendaciones y medidas a tener en cuenta.

Recomendamos estar al corriente de todas las informaciones que publican las autoridades sanitarias. Pueden contar con SAFOOD si necesitan aplicar estas medidas en su empresa alimentaria así como asesoramiento sobre cualquier aspecto relacionado con la Seguridad Alimentaria y Nutrición.

 

Referencias:

World Health Organization, COVID-19 and Food Safety: Gudiance for food businesses: interim guidance, 7 April, 2020. https://www.who.int/publications-detail/covid-19-and-food-safety-guidance-for-food-businesses