TRAZABILIDAD Y ALERTAS ALIMENTARIAS
¿Qué ocurre si uno de mis proveedores nos informa que la materia prima suministrada no es adecuada o está en mal estado? ¿Sabemos en qué elaboraciones se ha usado esa materia prima? ¿Sabemos a qué cliente hemos podido suministrar el producto afectado?
Si alguna vez te has hecho esta pregunta, o si aún no lo habías pensado, es hora de ponerse a controlarlo y crear un sistema de trazabilidad.
Se define trazabilidad alimentaria como “la posibilidad de encontrar y seguir el rastro, a través de
todas las etapas de producción, transformación y distribución de un
alimento, un pienso, un animal destinado a la producción de alimentos o
una sustancia destinada a ser incorporados en alimentos o piensos, o
con probabilidad de serlo”.
Es decir, la trazabilidad de un alimento consiste en seguir el “rastro” del mismo, desde que se produce hasta que se consume.
Existen tres tipos de trazabilidad; trazabilidad hacia atrás, trazabilidad interna o de proceso y trazabilidad hacia delante.
Trazabilidad hacia atrás: Permite conocer los productos que entran en la empresa y el proveedor que los suministra.
Trazabilidad interna o de proceso: Control de los productos elaborados en la empresa.
Trazabilidad hacia delante: Permite conocer qué productos se han suministrado, cuánta cantidad y a qué clientes.
Para identificar cada producto, se utiliza e lote. El lote es la identificación que nos permite conocer en todo momento su información, digamos que es como el D.N.I del alimento.
Por ello es fundamental crear un sistema de trazabilidad integrado en el APPCC de la empresa para poder dar respuesta ante una posible alerta alimentaria, reclamación de un cliente o alerta de un proveedor.
SISTEMA DE TRAZABILIDAD
El sistema de trazabilidad debe contemplar la trazabilidad hacia atrás, interna y hacia delante; algunos aspectos que debe recoger un sistema de trazabilidad son:
Trazabilidad hacia atrás: proveedor que me suministra, tipo de productos suministrados, número de lote de los productos, cantidad…
Trazabilidad interna: productos producidos, ingredientes que contienen, número de lote interno, fecha de caducidad…
Trazabilidad hacia delante: productos vendidos, clientes, cantidad vendida…
Con todos estos datos la empresa debe ser capaz de conocer toda la información de todos los productos elaborados, y así en caso de alertas alimentarias, actuar.
ALERTA ALIMENTARIA
Una alerta alimentaria se define como la existencia de un riesgo grave para la salud del consumidor, producida a través de los productos alimenticios.
Las empresas alimentarias deben actuar rápidamente para conocer los motivos de la incidencia, la identificación de los productos afectados o sospechosos y su distribución.
Son ejemplos de alertas alimentarias: presencia de alérgenos no declarados en la etiqueta de los alimentos, presencia de microorganismos (bacterias, virus, hongos) en los alimentos o sus toxinas, cuerpos extraños dentro de los alimentos (metales, plásticos…) etc.
Si el sistema de trazabilidad está implantado correctamente y es eficaz, se puede actuar de manera rápida ante una alerta alimentaria, esto incluye las etapas de conocer la alerta, conocer los productos implicados, conocer qué productos se han suministrado y a quién se han suministrado.
Contacte con SAFOOD para crear o adaptar su sistema de Trazabilidad en su empresa.
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